Esa mirada dulce, esa carita de expresión divertida, ese amor incondicional y esa actitud de payaso que me roba una sonrisa... Esas son las pequeñas cosas que me hacen feliz cada día. Eso es lo que ha hecho que dedique mi vida a los teckels. Ellos son mi pasión y por eso les dedico todo mi tiempo y mi cariño intentando mejorar cada día. Es por eso que busco la unión de belleza, carácter y salud en cada uno de mis cachorros. Porque ellos se lo merecen. Porque lo dan todo. Porque tienen un corazón tan grande que sólo cabía en un cuerpo alargado...